martes, 14 de septiembre de 2010

Cuento "La Belleza Interior" Jorge Bucai

LA BELLEZA INTERIOR
Hubo una época en que los barcos recorrian el Mediterraneo, ida y vuelta desde Cádiz a Estambul, se detenían en los puertos de las Islas Baleares. Alli, mientras los cargueros descargaban sus mercancías y se aprovisionaban de todo lo necesario para seguir su viaje, los marineros rpetían el mismo ritual....

Recibían su paga y corrían a la taberna a gastarse hasta el último centavo en vino y mujeres. Y cuando el dinero se acababa, dos o tres días despues, los marineros volvían a sus barcos.....

Cierto día dos marineros cruzaban el viejo puente de madera construído sobre el río, camino de la taberna y, de pronto, el más joven de los dos amigos se quedó mirando por encima de la barandilla, hacia la costa del río.

- ¿Qué haces? Vamos!
- Ven aqui- dijo el otro- Mira.... ¿no te parece hermosa?

El otro miró hacia abajo y vió una campesina que lavaba la ropa a orillas del río. Pensó que no se refería a ella, jamás usaría la palabra hermosa para describirla, sobre todo porque, dada su edad, su costumbre y su intención, cualquier mujer que aparentara tener más de 25 años era una vieja.

- ¿De quien hablas?
- De esa mujer..... la que lava la ropa.... ¿no la ves?
- Si la veo, pero no entiendo qué le ves de hermosa. Mira, en la taberna nos esperan decenas de mujeres mucho mas jóvenes, mucho mas guapas y con toda seguridad, con mucho más deseo de complacernos que ella. Vamos date prisa!!!
- No.- dijo el joven- tengo que hablar con ella.... Sigue tu, te veré en la taberna.

Dicho eso, empezó a caminar hacia abajo, por el sendero que llevaba al río.
- No tardes demasiado- le gritó el otro saludándole de lejos y siguió su camino hacia el pueblo, sonriendo, mientras movía su cabeza negando lo que había pasado.

El marinero se acercó hasta la orilla y, en silencio, se sentó en el cesped, unos pocos metros detrás de la joven, sin atreverse apenas a hablarle.
La muchacha siguió durante más de media hora con su trabajo y luego se puso de pie, seguramente para volver a su casa cargando la cesta de ropa ya limpia.

- ¿Me permites que te ayude? - preguntó el joven
- ¿por qué? - preguntó ella
- Porque me gustaría caminar un rato a tu lado- dijo él con sinceridad.
- Tu no eres de aqui. Vivimos en un pueblo muy pequeño y aqui no se supone que una mujer soltera pueda caminar acompañada por un extraño.
- Entonces déjame llevar la cesta para conocerte y que me conozcas.

Por toda respuesta, la muchacha sonrió y empezó a caminar hacia el pueblo.
- ¿como te llamas?- se atrevió a preguntar él despues de andar un buen trecho...
- Nácar- dijo ella, sin pensar si debía o no contestar.
- Nácar.... - repitió el y luego agregó- eres tan hermosa como tu nombre....

Tres horas después el muchachito entró en la taberna y buscaba a su amigo entre la mar de gente y la nube de humo espeso que llenaba el tugurio.....

Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, vio a su amigo gesticulando desde un rincón pidiéndole que se acercara. Dos hermosas mujeres casi colgaban de su cuello riendo con él, un poco como consecuencia de sus exagerados y torpes movimientos y otro poco por culpa del alcohol que debia ya estar alcanzando elevadas concentraciones en la sangre de los tres.

- Si llegas a tardar un poco más, te quedas sin probar el vino...- le dijo cuando le tuvo cerca y luego, mirando a una de las mujeres que le acompañaban agregó- sírvele un poco de vino a mi amigo, por favor....
- Escuchame.....- Dijo el joven- necesito tu ayuda....
- Claro hombre. Yo pago....
- No me entiendes. Me quiero casar.
- Ahhhhhh Yo tambien!! ¿tu prefieres a la morena o a la pelirroja??

El más joven sacudió a su amigo suavemente para llamarle la atención y conseguir que su mente venciera el vino y pudiera prestarle atención...

- Pretendo casarme con Nácar, la muchacha que vimos hoy desde el puente. Y necesito tu ayuda.
- Creo que estuviste demasiado tiempo navegando- dijo su amigo, entendiendo que iba en serio lo que le habia dicho- Es muy común que los novatos como tu despues de pasar más de tres semanas a bordo, pisen tierra y se enamoren de la primera mujer que vean. Yo lo entiendo, lo he vivido también, pero decidir por eso casarse es una locura......
- Puede ser, pero la vida es, en si, una locura. El amor es una locura y la felicidad también lo es. Yo no quiero que me juzgues, amgio mio, quiero que me ayudes.

La tarde caía cuando los dos marineros, con su uniforme de gala llamaban a la puerta de la casa donde Nácar vivia... El ritual de la isla decía que el pretendiente tenía que concurrir en la casa de la novia con su padrino de bodas para pedirle al padre la mano de su hija. Este pediría una dote, como era la costumbre y, si habia acuerdo, se establecería en ese momento la fecha de la boda.

- ¿estas seguro de lo que haces- preguntó el improvisado padrino.
- Más que ninguna otra cosa- contestó el pretendiente.

Finalmente el hombre de la casa apareció. El que apadrinaba se adelantó y le dijo al señor:

- Mi amigo me ha pedido que le acompañe para pedirle la mano de su hija en matrimonio.
- ah... su amigo es afortunado de pretender casarse con una de mis hijas. Supongo que venis por Anna. Ella es realmente una joya única.
- Nosotros........
- A pesar de que apenas tiene 18 años es ya toda una mujer- siguió diciendo el hombre sin escuchar a su interlocutor- Siempre supimos que sería la primera en dejarnos. No sólo es bellísima, sino también hacendosa, sensual y muy saludable. Nunca estuvo enferma.... Como comprenderá, nos costará mucho dejarla ir con su amigo, pero veo que sois buena gente.... Te la daré por el valor de 20 vacas.
- Es que.....
- No, no!! Ni una menos!! Ella lo vale!!
- Yo lo entendí- dijo el amigo del novio- pero no es Anna la novia pretendida señor.
- Oh.... que agradable sorpresa!!- dijo el hombre- Yo creía que ya no quedaban jóvenes que valoraran la inteligencia. Rubí es la más inteligente de las tres. Si bien se puede decir que no tiene un cuerpo perfecto pero ello lo compensa con una mente brillante. Una sagaz compañera y una amiga fiel. No dudo de que será una madre excelente. Por ser vosotros, os la puedo dar por 13 vacas y no lo dudeis, es muy buen precio.
- Se lo agradezco señor, pero a quien mi amigo pretende es a su hija Nácar.

Aunque trató de disimularlo, un rictus de sorpresa y de incrdulidad pasó por el rostro del jefe de familia.

-Nacar...- balbuceó- Claro..... Nacar....
- Si. Nacar
- Me parece.... me parece.....- el hombre trataba de encontrar alguna palabra que no conseguá hallar.....-
- Maravilloso!!- dijo al fin- Sólo un hombre brillante y bondadoso puede ver la belleza oculta de una mujer. Ciertamente tiene mucho que aprender, pero también tiene una gran disposición por aprenderlo. Es una buena oportunidad para conseguir una buena esposa a buen precio. Considerando que es la mayor, te la daré por el valor de 7 vacas.... Bueno, quizás 6.... pero no por menos.
- Señor, dijo en ese momento el pretendiente- permitidme que le confirme en persona mi decisión de casarme con su hija Nácar. Yo sólo quiero poner una condición con respecto al precio.
- No abuses de tu futuro suegro, querido joven. El pequeño tema de su cojera es un asunto sin importancia.... No se puede conseguir nada por ese precio en esta isla.
- Justamente por eso- dijo el joven- quisiera tomarla como esposa pero quiero pagar por ella el equivalente a 20 vacas como pide por la mejor de sus hijas y no sólo 6.
- ¿que dices? ¿estas loco?- dijo su amigo tratando de frenar su estupidez....- ¿por qué quieres pagar por ella más de lo que vale?
- Porque no creo que ella valga menos que su bella y joven hermana, amigo.
- Trato hecho. 20 vacas!- se apresuró a decir el padre- Y añadió, quizá temiendo un arrepentimiento- Pero que la boda sea lo antes posible!!

Así, los dos amigos se separaron. Uno de ellos volvió al barco y el otro se quedó en la isla..... Tras cinco años volvió el marinero a las Islas y se preguntó qué seria de su viejo amigo ¿se habría casado? ¿cuanto habría durado su matrimonio???? ¿estaría aun en la isla???

Preguntando por aqui y por allá por aquel joven marinero....le dijeron ahora donde vivia y decidió hacerle una visita..... Su estado físico le hubiera permitido llegar antes pero le detuvo una extraña procesión con la que se cruzó en el camino. Decenas de hombres y mujeres bajaban al pueblo llevando en hombros a una hermosísima mujer, tirándole pétalos de flores, cantándole y bailándole.... Ella mientras tanto parecía irradiar luz, de hecho solo con pasar a su lado se sintió mejor, sonriendo a todos la hermosa mujer saludaba alargando la mano una y otra vez a quienes intentaban tocarla. Tuvo que resistir la tentación de sumarse a ellos y su extraño ritual, pero finalmente llegó a casa de su viejo amigo. Todo parecía tan cuidado y ordenado que el marinero pensó que debía asentar la cabeza ya de una vez.... Golpeó la puerta y su viejo camarada abrió enseguida.

- Querido amigo!!- le dijo al verlo- Que sorpresa verte por aqui!! ¿cuando habeis hechado el ancla??
- Esta mañana... He venido apenas he desembarcado para saber de ti. ¿como estas?
- Ya me ves.... Estoy muy, muy bien. Muy feliz.
- Cuanto me alegra... ¿y tu esposa?- casi tenía miedo de preguntar.......
- Ah! Que pena que no esté aqui amigo. Hoy es su cumpleaños y la gente del pueblo la vino a buscar para agasajarla; la quieren tanto.... La tratan como si fuera una santa. Debes de haberte cruzado con ellos al subir....
- Ah! Si! Claro ¿como iba a saber que era ella? Ni si quiera sabía que te volviste a casar.
- ¿Yo, volverme a casar? ¿que dices? sigo casado con Nacar, la joven cuya mano pediste para mi.
- ¿Pero no dices que es la mujer que llevaban en andas hacia el pueblo? Esa no podía ser ella
- ¿como que no podría?
- Perdona amigo, yo la conocí. Nácar era una mujer que aparentaba cinco años atras mucha más edad de la que esa joven que llevaban en andas tenía. Además, ésta era una mujer bellísima y tu esposa..... Perdona que te lo diga.... no lo era.
- No, no lo era.... No era como es ahora. Pero se ha vuelto como la viste!!
- Pero..... ¿como puede ser?
- Pues no lo se.... Quizás se deba a la dota....
- ¿como dices? No te entiendo
- Yo pagué por ella una dote de 20 vacas, el precio que se pagaba por la más hermosa, tierna y maravillosa de las mujeres. La traté siempre como una mujer de 20 vacas y la ayudé a que supiese que así era. Tal vez eso la empujó a convertirse en la fantástica y bella mujer que es hoy..........

Jorge Bucay